Fue en 1991 cuando don Jesús abrió las cortinas del negocio al público. Puso a la venta garrafones de agua, cuadernos profesionales, lápices y plumas. El establecimiento fue creciendo conforme fueron los intereses de los clientes. Se buscó el material que se necesitara. El siguiente paso fue el material de construcción. Se almacenaban seis kilos de cal, de yeso y de cemento. Don Jesús dedujo lo que se necesitaba para ciertos trabajos. Finalmente, la tienda dio el pasó que le daría el nombre con el cual treinta años después se le seguiría conociendo: Ferretlapalería González. Recayendo la responsabilidad del flujo en tres personas, tres González: don Jesús, su hijo mayor Tomás, y su hijo Rodrigo. La atención era de ocho de la mañana hasta las ocho de la noche. Después Valentín, hijo de don Jesús se integró al proyecto y continuó trabajando el legado familiar. Siempre entregando servicio y confianza al cliente.